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Garantizar el principio del derecho a la ciudad, se traduce en ejercicio efectivo de derechos humanos y derechos civiles. A cargo de Crismary Álvarez.

AD 72/2021

Garantizar el principio del derecho a la ciudad, se traduce en ejercicio efectivo de derechos humanos y derechos civiles.

RESUMEN:

Existe una dimensión de problemas urbanos que los estándares clásicos de derechos no abordan a pesar de que las principales fuentes de los procesos productivos y el crecimiento económico son los recursos humanos, la formación de capital circulante, los cambios tecnológicos, la innovación, los recursos naturales y la optimización de la infraestructura urbana, en consideración, la administración está obligada a reconfigurar la pertinencia y coherencia de las políticas actuales para mejorar las relaciones sociales a fin de lograr la inclusión de las personas en la sociedad.

PALABRAS CLAVE:

Derecho. Ciudad. Política. Agenda. Planificación. Desarrollo. Crisis. Smart Cities. Legislación. Instrumentos. Planes. Garantías.

Derechos Fotográficos. Autor Marcus Desimoni / Portal da Copa. Belo Horizonte, Brasil.

INTRODUCCIÓN:

El principio del derecho a la ciudad comprende el equilibrio entre el desarrollo de conformidad al orden económico, la preservación de los recursos ecológicos y la equidad social, ya que el territorio de las ciudades y sus alrededores son considerados espacios de garantía en cuanto a la distribución sostenible de los recursos, servicios, bienes y oportunidades que ofrecen las ciudades.

Se considera que el derecho a la ciudad es una expresión no jurídica, con alto impacto jurídico, pues, hablar de ciudad se traduce en el ejercicio efectivo de derechos humanos y derechos civiles ya que la ciudad representa el mayor centro de concentración, producción y consumo.

Henri Lefebvre, filósofo parisino, es quien primero acuñó una aproximación al concepto de derecho a la ciudad como una forma de explicar la evolución que había sufrido la ciudad en la época industrial, misma que con acelerado urbanismo había creado varias desigualdades sociales analizadas por Lefebvre. Así, el derecho a la ciudad aparece como un antídoto frente a la situación social, reclamando un necesario cambio en las políticas públicas a fin de permitir que todos quienes habitan en la ciudad pudiesen acceder a ejercer los mismos derechos de manera equitativa.

Ahora bien, aunque Lefebvre puede ser considerado el padre intelectual del primer concepto de derecho a la ciudad, sería ingenuo pensar que es solamente su legado intelectual el que nos puede permitir entender el alcance de este novedoso derecho. Los cambios y estudios que han surgido en los últimos veinte años llevan a la necesidad de mirar más allá del legado de Lefebvre.

Si bien es cierto, el concepto y la idea misma del derecho a la ciudad apareció desde lo político, no es menos cierto que desde el ámbito jurídico se ha intentado darle contenido a este novedoso derecho colectivo, al extremo de que la planificación de los futuros entornos urbanos deben hacerse de acuerdo a este principio que es promovido por la Nueva Agenda Urbana de la Organización de las Naciones Unidas, para ciudades seguras, saludables, accesibles, asequibles, resilientes y sostenibles; como centro para el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11.

CONTEXTO:

Entre los nuevos modelos de planificación y renovación urbana ya se menciona la propuesta de la “ciudad de 15 minutos”, es una iniciativa que nace como consecuencia de los estragos causados por la contingencia sanitaria del COVID-19, ya que la nueva normalidad que dilata todavía más la distancia entre quienes pueden trabajar en casa o en los comercios cercanos a sus casas, sin exponer su salud, y quienes no tienen domicilios espaciosos o deben desplazarse varios kilómetros todos los días, otro hecho, que una persona deba caminar 10 veces más que el promedio para comprar frutas o verduras (indispensables en valores nutricionales) se traduce en un problema urbanístico, arquitectónico y de distribución, por tanto, se evidencio la necesidad de una ciudad que cumpla con principios básicos de organización urbana, entre los que destacan, seguridad, utilidad y accesibilidad, en la que todos los residentes puedan satisfacer sus necesidades con un corto desplazamiento a pie o en bicicleta desde sus hogares.

Un desafío importante que se presenta es precisamente la creciente financiación de las ciudades, con las implicaciones que tiene sobre la gentrificación y la crisis de la vivienda. La primacía de un modelo urbano basado en el crecimiento económico no suele privilegiar el uso social de la tierra, la propiedad y la ciudad. Lo que constituye una necesidad urgente de crear un mercado inmobiliario, fomentar la vivienda pública y configurar el pensamiento tradicional sobre formas alternativas de producir y gestionar los espacios habitables.

Otro desafío no menos importante es el de mejorar las condiciones materiales como prioridad en este cambio de paradigma, de lo contrario, estamos desperdiciando cualquier inversión pública ya que, si la calidad de vida de la gente no mejora, no aprovechará la calidad de otras políticas públicas que puedan ofertarse. Se ha hecho más evidente que las ciudades contemporáneas son terriblemente desiguales. Cuando todos nos hemos visto obligados a lavarnos continuamente las manos con agua y jabón, la realidad nos ha recordado que son muchas las zonas marginales de todo el mundo que no tienen agua potable.

El concepto de desarrollo es algo que se mueve en un sentido, en un caso positivo, lo cual contiene conceptos diferentes, ligados dentro en un contexto humano específico. El diagnostico inmediato acompañado de la arquitectura es capaz de asumir la pobreza de nuestras posibilidades, con toda limitación de un comienzo, pero con la certeza de que en toda su magnitud social se pueden alcanzar todas sus posibilidades. Es la oportunidad que nos ha brindado el COVID-19 de repensar cómo vivimos e interactuamos en nuestras ciudades. Para reconstruir entornos urbanos mejorados, debemos avanzar hacia nuevos modelos de movilidad urbana que reduzcan el riesgo de contagio y hagan que las ciudades sean más sostenibles e inclusivas al mismo tiempo. Esta crisis sanitaria ha modificado la vida cotidiana en casi todos los núcleos urbanos del mundo. Unos cambios que, lejos de ser puntuales, posiblemente transformen la forma de pensar, diseñar y habitar las ciudades en el futuro no muy lejano.

CONCLUSIONES:

La convivencia de los diferentes grupos sociales requiere que el espacio territorial donde desarrollan sus actividades diarias, cumpla con las condiciones urbanas y de infraestructura necesaria para llevar a cabo sus actividades diarias, personales y colectivas. Ante la necesidad de integración de los grupos sociales, la planeación urbana de la ciudad debe transformarse conforme a sus necesidades reales e inminentes de los diferentes colectivos, con el objetivo de que todas las personas desarrollen de manera efectiva su plan de vida en igualdad de condiciones.

La dinámica indica que la orientación es hacia la inteligencia, el concepto de ciudades inteligentes, cuando empezó, fue más limitado; era la idea de tecnología para hacer la ciudad eficiente y ahorrar tiempo, dinero, energía, y con esa ciudad funcionando como una máquina a la perfección, todo iba a ser perfecto. Pero el tema se ha ampliado y ahora hay un componente más activo de liderazgo, pero es una necesidad imperiosa que se adhieran los ayuntamientos y la población.

La información que proviene de la tecnología está ayudándonos a entender la realidad. Por ejemplo: en una ciudad Smart cities se puede medir qué compran las personas, en qué tiendas y qué zonas, pero ir más allá es identificar quiénes están comprando en esos sitios y por qué no tienen lo que necesitan en su zona, por qué el marketing del producto los convenció. Cuando pensamos en la ciudad, tenemos una cosa y es el conocimiento común.

Peter Drucker, expresó: «la mejor manera de predecir el futuro es creándolo», frente a las realidades instaladas y los desafíos que estas traen, como comunidad legal es necesario reconfigurar el pensamiento jurídico y plantear reformas legislativas para afrontar las regulaciones que permitirán el funcionamiento de estas propuestas de infraestructuras inteligentes y aditivos tecnológicos en las políticas de administración.

El abordaje de las ciudades del futuro requiere de una sociedad inclusiva con mayor participación política y derechos relacionados con la no discriminación, la igualdad de género y la diversidad cultural. Hablar de ciudad es hablar de ciudadanía presente y futura, permanente y temporal, que debe usar, ocupar, producir, gobernar y disfrutar de ciudades, pueblos, áreas metropolitanas y asentamientos justos, inclusivos, seguros y sostenibles definidos como bienes comunes bajo el cumplimiento de normas legamente establecidas.

CRISMARY D. ÁLVAREZ P. 

11 de mayo de 2021


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Sección noticias y artículos del portal web oficial de la Organización de las Naciones Unidas.

https://www.un.org/es/coronavirus

Derecho a la Ciudad, Tecnología e Inclusión. Por Morales Andrade, Marcos.

Publicado en el Anuario Iberoamericano de Derecho Urbanístico – Número 2 – Año 2019. Dirigido por la profesora Almudena Fernández Carballal. Titular de Derecho Administrativo Universidad de A Coruña. Ius Publicum Innovatio (IPI) | Foro Iberoamericano FIDA.

Modificaciones de las tendencias en el Derecho urbanístico, pensado desde la sociedad del algoritmo y los cambios que trajo consigo el Covid-19. El ejemplar es el número 3 (enero/junio 2020). Revista Americana de Urbanismo (RADU). Emilio J. Urbina Mendoza.


CRISMARY D. ÁLVAREZ P. 

Abogado de libre ejercicio profesional en el área del Derecho Civil

Consultora en Políticas Urbanísticas.

Presidente de: Asociación Venezolana Instituto de Promoción Integral (AVIPRI).

Redes Sociales:

Twitter: @crismaryalvarez

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