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Pandemia COVID 19 y transformación digital del Estado argentino. A cargo de Vanina Troya.

Pandemia COVID 19 y transformación digital del Estado argentino

En los últimos años todos nosotros hemos escuchado hablar acerca de la transformación tecnológica del mundo, un proceso en crecimiento exponencial, que nos ha colocado en los albores de la llamada “cuarta revolución industrial” o “revolución 4.0”.

Quizás tengamos el privilegio de ser los primeros seres humanos que desarrollen su vida en un mundo totalmente diferente al existente al momento de haber nacido. Espectadores y protagonistas de las mayores innovaciones de la Historia.

Inmersos en este cambio de paradigma radical, comenzamos a abrazar las tecnologías disruptivas y a vivir el proceso de digitalización de nuestro mundo práctico.

Nuestra vida laboral no fue la excepción, pero los auspicios de cambios radicales en este ámbito, augurando la digitalización y automatización de la mayor parte de las tareas existentes, parecía ser un desafío que veríamos más de cerca en los próximos años. Indiscutiblemente teníamos nuestros ojos allí, pero aún teníamos un poco más de tiempo para hacerlo realidad.

Pero los puntos de giro a los que nos tienen tan acostumbrados las tramas de las películas, también existen fuera de la ficción y se toman permiso para desestabilizar la realidad, tirando por la borda todos los planes que podíamos haber preparado para el guión de nuestra vida normal. Y eso fue lo que sucedió cuando un extraño virus desembarcó en la ciudad de Wuhan en diciembre de 2019.

El COVID19, más conocido como CORONA VIRUS, irrumpió como el mayor “cisne negro” de los últimos tiempos, jaqueando nuestra realidad y poniendo a prueba nuestra capacidad de reconvertir nuestra vida casi por completo.

Esta pandemia está actuando como un catalizador, acelerando todos los procesos existentes. Y todos los desafíos de la vida laboral que nos aguardaban enfrentar en años, nos están tocando la puerta y la están derribando.

La Administración Pública no es la excepción, sino por el contrario, uno de los ámbitos prioritarios que demandó una adaptación veloz, a fin de evitar que demoras o interrupciones en las prestaciones, impidieran la satisfacción de las necesidades de la ciudadanía.

Así fue como quienes formamos parte del Estado argentino, tuvimos que reconvertir nuestra actividad laboral de un momento a otro, sin transiciones, para garantizar el cumplimento de nuestras obligaciones.

Allí fue cuando descubrimos que sin saberlo, nos habíamos estado preparando durante varios años para esta realidad. Veamos un poco cómo fue este proceso.

En el año 2016, Argentina puso en marcha un Plan de Modernización del Estado mediante el Decreto 434/2016. Conforme sus lineamientos, se aprobó a través del Decreto 561/2016 la implementación del sistema de Gestión Documental Electrónica —GDE— como sistema integrado de caratulación, numeración, seguimiento y registración de movimientos de todas las actuaciones y expedientes del Sector Público Nacional, actuando como plataforma para la implementación de gestión de expedientes electrónicos.

De este modo, se inició un proceso de transformación digital que comenzó con la digitalización de los expedientes papel y significó la adopción progresiva de un paradigma de gobierno electrónico (e-goverment), con el consecuente cambio subyacente en la cultura organizacional del sector.

Hasta ese momento, las diferentes reparticiones de la Administración Pública Nacional habían operado con la utilización de sistemas de gestión desarrollados por empresas privadas o por algunos órganos públicos, que en su gran mayoría contaban con bases de datos relacionales con registros de información estructurados, mientras que en la operatoria diaria se trabaja con muchos datos no estructurados, como son los archivos de texto, hojas de cálculo o correos electrónicos. Esto obligó a mantener siempre los tradicionales expedientes físicos para poder contener los documentos en papel que no podían volcarse al sistema.

Otro gran problema era la falta de interoperabilidad, es decir, compatibilidad entre los sistemas existentes en las diferentes oficinas públicas dentro del Estado, que permitiera el acceso inmediato y simultáneo a la información y el trabajo interrelacionado de los Organismos.

Por último, si bien el software utilizado preveía niveles de seguridad para la autorización de los documentos complejos intervinientes en los diferentes procesos, tales como autorizaciones en calidad de firmas por parte de las autoridades con capacidad de obligar al Organismo en cada caso; estas validaciones operaban hacia controles internos del sistema, acotados, sin emitir documentos que fueran portables, ni con verificación de la identidad del firmante en los términos de la vigente Ley 25.506 de Firma Digital.

Y en estos puntos radicó el cambio fundamental que incorporó el Sistema de Gestión Documental Electrónica instituido por el Decreto N° 561/2016: bases con datos estructurados y no estructurados que permitieron reemplazar totalmente al expediente papel, escalabilidad a toda la Administración Pública Nacional para hacer posible la interoperabilidad estatal y generación de documentos con la misma portabilidad que el papel -formato PDF “portable document format”, con código abierto y lectores gratuitos- utilizando firma digital que garantiza la inmodificabilidad del contenido, y por ende, su validez jurídica.

La incorporación de todas estas herramientas han llevado a la Administración Pública Nacional argentina hacia un modelo de gobierno electrónico, “e-goverment” que hoy, frente a las consecuencias de esta pandemia, permitió que quienes llevamos adelante gran parte de las funciones públicas, podamos realizar nuestras tareas bajo la modalidad “Home Office”, accediendo por canales digitales a las herramientas necesarias, sin la urgencia de estar presentes de manera física en nuestros lugares habituales de trabajo.

Nos veníamos preparando para esto y no lo sabíamos. Pero hay algo aún mejor: toda la experiencia adquirida durante este proceso nos hará aprender más y no hay dudas de que seremos mucho mejores cuando todo esto termine. Un mundo diferente nos estará esperando en el regreso a la ansiada normalidad y allí, será el momento obligado de preguntarnos: ¿qué nuevos desafíos nos deparará el futuro?.

Vanina Troya

30 de abril de 2020


Vanina Paola Troya

Abogada graduada en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, Argentina

Diplomada en Periodismo y Gestión de Medios Digitales en la Escuela de Posgrados en Comunicación de la Universidad Austral, Argentina

Diplomada en Derecho 4.0 en la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, Argentina

Supervisora Legal de la Dirección de Contrataciones de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), Argentina

https://www.linkedin.com/in/vaninatroya/

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