AD 75/2018
Prefacio.
Esta guía que te dispones a leer empezó como un pequeño artículo que se me fue de las manos, un pequeño texto sobre finanzas personales que quería subir al blog adefinitivas [i].
La idea era seguir el guion de una charla de uno de mis jefes y hacerte llegar un conocimiento fácil y útil, pero poco frecuente en la sabiduría popular. Sin embargo, a las pocas horas, llevaba 10 páginas y había elaborado un índice algo más ambicioso.
Espero que disfrutes con él. Pero ahora, una vez terminado, quiero darte unas pequeñas claves para que puedas gestionar correctamente tus expectativas y sacarle el máximo partido.
En primer lugar, no debes esperar que esto sea un texto de desarrollo personal o autoayuda para que consigas ahorrar. Hay un pequeño apartado dedicado a ello, pero eso es cosa tuya y, además, ya existen gran cantidad de libros sobre el tema.
Tampoco debes esperar de este texto que te vaya a hacer rico ni que te diga lo que tienes que hacer con tus ahorros. Eso también es cosa tuya. Este texto te forzará a que te plantees qué quieres hacer y a que, en función de tus deseos, actúes en consecuencia.
Además, cabe prevenirte de la noción de activo y pasivo que va a manejarse. Frente a las acepciones con las que se trata en los libros típicos (por ejemplo “Padre rico, padre pobre” de Robert Kiyosaki), aquí el activo no va a ser entendido como un bien que mete dinero en tu bolsillo y el pasivo como uno que lo saca.
Frente a esa noción ambigua (ya que el dinero no es un sustantivo sino un adjetivo, una cualidad de los bienes[ii]), utilizaremos una noción un poco más realista que nos servirá para construir un sistema estructurado de planificación.
La definición de activo-pasivo en el texto va a basarse en los desarrollos de los teóricos de la liquidez relativos a las crisis económicas[iii]. Vamos a trasladar al nivel individual-personal, el análisis que esta corriente desarrolla a nivel agregado para explicar las descoordinaciones productivas en la economía.
En este sentido, asemejaremos el pasivo a nuestros deseos, nuestra demanda, nuestros fines; mientras que el activo lo formarán nuestros recursos, nuestra oferta, nuestros medios. Nuestro pasivo será el cuándo queremos consumir, y nuestro activo los medios de que disponemos para alcanzar ese consumo. Nuestro pasivo demandará un flujo de rentas a lo largo del tiempo, y nuestro activo producirá otro flujo de rentas a lo largo del tiempo. Y nuestra misión será, por supuesto, hacerlos coincidir.
Por último, comentarte que estoy probablemente entre los usuarios que más horas diarias consumen de youtube, así que he intercalado con el texto un montón de vídeos interesantes normalmente con el minuto fijado para que escuches la idea tratada de alguien un poco más sabio que yo. Te sugiero que pinches estos enlaces, seguro que te hacen más amena la lectura.
Introducción.
Recientemente, en un intercambio de vídeos de youtube con un amigo, le pasé una charla de uno de mis jefes[iv]. Habíamos intercambiado vídeos de diversa temática, pero nunca había salido el tema de las finanzas personales.
Yo no esperaba que a mi amigo le sorprendiera tanto, pero parece ser que le descubrí algo así como un mundo nuevo. Y es que, aunque son conocimientos fáciles y rápidos de adquirir (en una hora puedes adquirir el 90% de las claves para tu éxito financiero), no todo el mundo los conoce.
Esta ignorancia financiera en nuestro país yo me la explico con lo que voy a bautizar como la falacia de las pensiones públicas. Esta falacia opera cogiendo una relación causal cierta e invirtiendo sus enunciados.
Seguro que a aquellos a los que les gusten los temas políticos han escuchado este razonamiento alguna vez:
- La gente no sabe planificarse financieramente.
- Por eso tenemos pensiones públicas.
Es decir, tenemos un sistema de pensiones público porque la gente no sabe planificarse financieramente. Si no hubiera pensiones públicas, la gente no alcanzaría sus objetivos financieros.
Puede haber parte de verdad en este argumento. Si de un día para otro desaparecieran las pensiones públicas, probablemente se tomarían muchas malas decisiones. Lo veo análogo a una sociedad en la que, tras años con ley seca, de la noche a la mañana, se liberaliza el consumo de alcohol. La gente, después de años de prohibición, ha perdido o no ha transmitido a descendientes, ese conocimiento práctico, útil, sobre la materia prohibida.
Pero es que es justamente ese el problema. ¿Para qué puedo necesitar yo un conocimiento sobre planificación financiera si es un conocimiento que no voy a rentabilizar, amortizar, que no puedo usar?
Así que, con un poco de perspectiva, en mi opinión la causalidad es inversa: como mi planificación financiera la gestiona el Estado, no sé planificarme financieramente.
No obstante, sigue quedando un pequeño incentivo a formarse financieramente; a saber, el Estado es muy mal planificador financiero.
Son varias las razones que hacen al Estado un mal gestor de tus finanzas. Se entenderán probablemente al final del artículo, pero destacaría aquí dos:
- La planificación óptima no es igual para todas las personas. Uno dispone de unos activos (años de trabajo p.ej.) y unos pasivos (cuándo quiere consumir). Y ni unos ni otros son iguales para todas las personas.
- El Estado, no es, ni puede ser capaz de centralizar y tener en cuenta toda esa cantidad de información acerca de los recursos y las preferencias agregadas.
Si quieres profundizar, puedes ir al punto 3.7 de Una sociedad de propietarios[v]. Pero permíteme desarrollar un poco aquí la segunda razón que es precisamente la que convierte el sistema público de pensiones en un absurdo incapaz de alcanzar los objetivos para los que supuestamente existe.
Olvídate primero de toda noción sobre economía que hayas escuchado y pregúntate qué es el ahorro. Espero me compres esta definición: ahorro es aquella parte de tu renta que destinas a consumo futuro. Es decir, para un intervalo de tiempo dado en el que trabajas, por ejemplo, pescando, el ahorro sería aquellos peces que no consumes en dicho intervalo.
Cabe entonces preguntarse por qué no los consumes. Pues porque los quieres consumir en un futuro más o menos alejado en el tiempo.
Pero ojo, hay un problema no menor. Los peces no van a durar mucho, terminarán pudriéndose. Así que no puedes posponer el consumo de forma excesiva con este método. ¿Qué alternativa se nos ocurre? ¿De qué forma podemos trasladar consumo (peces) en el tiempo a, por ejemplo, más de un año vista?
Básicamente hay 2 formas:
- Que pase otro por ahí que tenga una preferencia invertida a la nuestra (quiera peces ahora sin trabajar y trabajar dentro de un año sin peces).
- Construir una red.
No voy a entrar en por qué la primera no aplica para el plan de pensiones (o aplica solo parcialmente). Pero la idea sería que una vez consideras a toda la sociedad como un único individuo con sus preferencias de traslado de consumo en el tiempo (sus flujos de consumo deseados), ya no existe esa opción y te ves obligado a tomar la opción 2: modificar la estructura productiva (construir bienes de capital o lo que es lo mismo, invertir a largo plazo). Es decir, solo después de tener toda la estructura productiva en agregado casada con todas las preferencias de consumo en el tiempo; entonces sí se pueden hacer intercambios temporales entre los individuos. Pero en agregado, flujos de producción y flujos de consumo deseados deben coincidir.
Así, lo mejor que puedes hacer si dispones de horas de trabajo ahora y quieres aumentar tu consumo en un futuro lejano, es construir un bien que te permita incrementar tu producción en ese futuro alejado en el tiempo. Esto es la red. En lugar de dedicar tu tiempo a pescar esos peces que no vas a consumir, lo dedicas a la construcción de la red de tal forma que, en el futuro, con una misma unidad de tiempo, puedas pescar muchos más peces. ¡Y ahí están los peces que querías!
Bien, pues esto, que es el mecanismo natural de ahorro, es todo lo contrario a lo que hace el Estado con los peces que te sobran. De hecho, no es que haga todo lo contrario, es que el Estado hace lo mismo sean las que sean tus preferencias, quieras consumir en un año o en diez. El Estado se limita a invertir tus ahorros siempre en un único activo: deuda pública.
Plantéatelo un segundo a nivel agregado. Toda la sociedad es un individuo con sus preferencias de consumo a lo largo del tiempo, y toda la estructura productiva tiene unos flujos de producción a lo largo del tiempo. Con una correcta planificación financiera, el individuo pondría la estructura productiva acorde a sus deseos de consumo. Desagregando, los individuos que deseen consumir en veinte años se dedicarían a producir bienes de capital que aumenten la producción en veinte años, los de diez en diez y los de uno en uno. Pues el Estado cortocircuita este mecanismo. No tiene en cuenta los inputs (las preferencias de consumo) a la hora de estructurar la producción.
Si de repente, la sociedad percibe que dispone de muchos bienes presentes y necesita más bienes futuros debería cambiar la estructura productiva, dejar de pescar tanto y construir más redes. Si por el contrario tenemos más redes de las que necesitamos (tenemos muchos peces futuros) y poca comida hoy, debería darse el efecto contrario. Ninguno de estos ajustes sucede. El ahorro termina siempre en deuda pública, en manos de los políticos.
Por tanto, aunque diluidos, aún existen incentivos y tiene algo de sentido que uno se informe sobre cómo planificar su consumo a lo largo del tiempo. Así que, en este artículo, que parece va a quedar un poco largo porque aún no hemos ni empezado, pretendo contarte todo lo que debes saber para alcanzar razonablemente bien tus objetivos financieros. Allá vamos.
Contenido
- Entender el campo de juego: riqueza, renta y consumo
- Analizar tu situación: activos y pasivos
- Nuestros deseos: el pasivo
- Nuestros recursos: el activo
- Piedras en el camino
- Balance cancelado, ¿y ahora qué?
- Conclusión
- Un poco de publi: superinvestors
Referencias bibliográficas
[i] A definitivas Blog jurídico
[ii] J.I. Castillo – La liquidez, clave para entender el mundo financiero y los ciclos
https://youtu.be/J63LYo9Ezpk?t=1m30s
[iii] Juan Ramón Rallo – Defensa de la tesis doctoral
https://youtu.be/J0jKzMvemEY?t=11m35s
[iv] Conferencia Fernando Bernad ( Bestinver ) Universidad de Verano Lanzarote
[v] Una sociedad de propietarios
https://www.juandemariana.org/sites/default/files/investigacion/061116sociedad_propietarios_0.pdf
Autor: Diego Costa García
Formación: Master en Value Investing de OMMA
Cargo profesional: Middle Officer en azValor Asset Management