AD 9/2022
EL LUGAR DE LOS AFGANOS
Resumen: Los acontecimientos históricos raras veces se producen por casualidad, suelen tener su origen en causalidades. El azar interviene en contadas ocasiones. La mayoría de las veces son las decisiones de las personas, políticos o no, las que hacen que sucedan las cosas. Nos convertimos, de esta forma, en meros espectadores del devenir de los acontecimientos. |
Palabras clave: Gibraltar, cuna de la Historia, cuna de la civilización, Mundigak, CIA, URSS, Guerra Fría, ONU, Conferencia de San Francisco, Consejo de Seguridad, 11 septiembre 2001, ataques terroristas, ISAF, Doha, refugiado. |
INTRODUCCIÓN
La realidad nos sitúa a veces ante situaciones que no podemos controlar, que se nos escapan. Normalmente suelen circunstancias que se han decidido desde instancias superiores, lejanas para el resto de la población. Entiéndase hecha la referencia tanto a los políticos patrios como a los demás dignatarios de organizaciones supranacionales. Los ciudadanos, en estas situaciones, nos convertimos en meros sujetos pasivos de tales decisiones. ¿Supone ello la mejor solución? ¿Cabe rebelarse? Es difícil saberlo de antemano.
1. Cuna de la Historia.
Hace unos años realicé una breve excursión a Gibraltar. Era una visita que llevaba tiempo queriendo realizar en recuerdo de la previa realizada en mi etapa de educación secundaria. Apenas había traspasado la línea fronteriza entre territorio español y territorio británico, me encontré con una frase que me llamó poderosamente la atención: “Gibraltar – Cradle of History”. Como no tenía a mano a nadie responsable de turismo de dicha localidad, no pude preguntarle por dicha aseveración. Me sigue resultando enigmática, trataré de localizar bibliografía sobre el particular. Dejé la cuestión en stand by y me centré en recorrer la ibérica localidad.
2. Cuna de la civilización.
La expresión no está exenta de polémica. Se suele usar por los arqueólogos para establecer el lugar en el que la civilización, entendida como una sociedad compleja, surgió. ¿Dónde sucedió tal cosa? No parece que hubiera un solo lugar que pueda tener la exclusividad de tal concepto, se acude tradicionalmente a la zona geográfica conocida como Oriente Medio[1]. En términos históricos, se trata de una amplia extensión de terreno que, según las versiones que se barajen, abarca Eurasia, África, el mar Mediterráneo y el océano Índico. Nos remontamos a miles de años de antigüedad.
a) Mundigak.
El término se utiliza para hacer referencia a un yacimiento arqueológico que se encuentra a unos 55 kilómetros al noroeste de Kandahar (Afganistán). Comentan los estudiosos que durante la Edad del Bronce fue el centro de la cultura de Helmand, que floreció hacia el tercer milenio antes de Jesucristo. Datos extraídos de yacimientos arqueológicos indican que la zona que hoy se conoce como Afganistán ya estuvo poblada hace unos 50.000 años. Sus comunidades agrícolas fueron de las primeras en el mundo[2]. Como hemos indicado, este podría ser uno de los enclaves sobre los que decir que fue la cuna de la civilización.
b) La etapa moderna.
Las breves notas incorporadas ponen de manifiesto que resulta prácticamente imposible realizar un análisis que abarque 50.000 años de historia. Dirigiremos el objetivo hacia una etapa algo más comprensible. Utilizaremos en primer lugar, por motivos de cercanía, a la versión que se contiene en nuestro Ministerio de Exteriores[3], cuyas fichas técnicas de país son muy interesantes:
“Desde la invasión soviética en diciembre de 1979, Afganistán viene atravesando cuatro décadas de conflicto prácticamente ininterrumpido, en el que han intervenido además diversos actores extranjeros, siendo objeto de permanente atención por parte de la comunidad internacional.
El sistema político vigente en Afganistán arranca en los Acuerdos de Bonn de diciembre de 2001. una Gran Asamblea o Loya Jirga, en junio de 2002, acordó la constitución de una Autoridad Transitoria, presidida por Hamid Karzai, cuyos objetivos fueron la aprobación de una Constitución y la posterior convocatoria de elecciones.”
Una segunda opción de consulta, de cierta relevancia a nivel internacional, la ofrece el Gobierno de Estados Unidos. La Agencia Central de Inteligencia (CIA en su acrónimo anglosajón) dispone de una guía muy interesante sobre los distintos países que componen el plano internacional. En el caso del país que mencionamos, establece lo siguiente:
“Ahmad Shah DURRANI unified the Pashtun tribes and founded Afghanistan in 1747. The country served as a buffer between the British and Russian Empires until it won independence from notional British control in 1919. A brief experiment in increased democracy ended in a 1973 coup and a 1978 communist countercoup. The Soviet Union invaded in 1979 to support the tottering Afghan communist regime, touching off a long and destructive war.”
La traducción del transcrito fragmento podría ser la siguiente:
“Ahmad Shah DURRANI unificó las tribus pastunes y fundó Afganistán en 1747. El país sirvió como amortiguador entre los imperios británico y ruso hasta que ganó la independencia del control británico en 1919. Un breve experimento en el aumento de la democracia terminó en un golpe de 1973 y un contragolpe comunista de 1978. La Unión Soviética invadió en 1979 para apoyar al tambaleante régimen comunista afgano, desencadenando una larga y destructiva guerra.”
Nos hemos situado, como quien no quiere la cosa, en el siglo XX. La intervención de la extinta Unión Soviética[4], según he podido comprobar, no fue casualidad. En la segunda mitad del pasado siglo XX hubo un período en que el gobierno del país llegó a estar en manos de políticos de orientación comunista. En plena efervescencia de la denominada Guerra Fría ese dato no podía traducirse en algo distinto a un conflicto internacional de plena categoría entre los dos principales actores del panorama internacional. La versión aportada por la Agencia americana introduce datos adicionales:
“The USSR withdrew in 1989 under relentless pressure by internationally supported anti-communist mujahidin rebels. A series of subsequent civil wars saw Kabul finally fall in 1996 to the Taliban, a hardline Pakistani-sponsored movement that emerged in 1994 to end the country’s civil war and anarchy.”
Una aproximación a la versión castellana sería la siguiente:
“La URSS se retiró en 1989 bajo la presión implacable de los rebeldes muyahidines anticomunistas apoyados internacionalmente. Una serie de guerras civiles posteriores vieron finalmente caer a Kabul en 1996 ante los talibanes, un movimiento de línea dura patrocinado por Pakistán que surgió en 1994 para poner fin a la guerra civil y la anarquía del país.”
c) Actor internacional.
Si atendemos a los criterios tradicionales dentro del Derecho Internacional Público, la condición de actor internacional se venía atribuyendo a los estados de manera casi exclusiva. El surgimiento de las entidades supranacionales supuso una revisión de tal apreciación, la suma de varios estados convertía a dichas organizaciones como intervinientes de pleno derecho en el plano internacional.
En lo que a Afganistán se refiere, su condición de estado miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no tuvo lugar hasta el 19 de noviembre de 1946[5]. La lectura de los datos que he revisado permite establece que, en dicha época (primera mitad del siglo XX), no se puede considerar que la situación del país fuera particularmente tranquila, distintos movimientos internos marcaron su devenir.
3. Una fecha imborrable.
El conjunto de los acontecimientos desarrollados durante décadas, que sería muy extenso comentar en el presente artículo, terminó desembocando en episodios tristes de nuestra reciente etapa internacional. El primero de ellos, sin duda, tuvo lugar el 11 de septiembre de 2001. Es difícil olvidar la serie de ataques que se produjeron en distintos lugares de Estados Unidos, las imágenes (en formato fotografía o video) no desaparecerán de nuestro recuerdo colectivo[6].
La versión de la principal parte afectada la encontramos en el siguiente fragmento de la guía arriba mencionada:
“Following the 11 September 2001 terrorist attacks, a US, Allied, and anti-Taliban Northern Alliance military action toppled the Taliban for sheltering Usama BIN LADIN.”
Un mejor entendimiento lo conseguimos con la aproximada traducción:
“Tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, una acción militar estadounidense, aliada y anti-talibán de la Alianza del Norte derrocó a los talibanes por albergar a Usama BIN LADIN.”
La citada Alianza del Norte, aunque pudiera parecer que fue de reciente creación, se fundó en el año 1996 y tenía como objetivo la lucha interna para derrocar el incipiente régimen talibán[7]. La idea base seguía siendo la misma, si bien en esta ocasión participaban diversos países localizados a miles de kilómetros del asiático país.
a) La autoría.
Desde las primeras horas un nombre comenzó a sonar con insistencia, una expresión árabe que a muchos nos resultaba totalmente desconocida: Al Qaeda. Desgraciadamente no se trataba de un nuevo actor en el plano internacional, desde su creación a finales de los años 80 por Osama Bin Laden[8] había tenido una actividad prolija. Cometió atentados desde el primer ataque al World Trade Center de Nueva York en el año 1993[9].
b) La respuesta.
Entre los recuerdos que han quedado recogidos por los medios de comunicación de nivel mundial está la reacción que tuvo entonces el Presidente de los Estados Unidos de América George W. Bush. Los informativos de televisión mostraron el momento en que, en plena vista a una escuela americana, alguien se le acercaba y le susurraba algo al oído[10]. Al parecer, le confirmaba que la Torres Norte había colapsado. Minutos antes lo había hecho la Torre Sur:
“A second plane hit the second tower. America is under attack.”
Destaca igualmente una de las frases pronunciadas en su discurso a la Nación que sobre las 20:30 horas de ese mismo día:
“We will make no distinction between the terrorists who committed these acts and those who harbor them.”
No podemos saber cómo hubiera respondido Estados Unidos si hubiese optado por la unilateralidad. Rectifico, sí que lo podemos saber y de hecho lo supimos. La denominada “Guerra contra el Terror” fue la primera iniciativa que adoptó el atacado país. Nada más conocer que Afganistán -regida entonces por los talibanes- acogía al ideólogo del ataque (Osama Bin Laden), solicitó su entrega. Como no obtuvo la respuesta deseada, el 7 de octubre de 2001 puso en marcha, con la oportuna colaboración de la OTAN, la denominada “Operación Libertad Duradera” que supuso el inicio de la Guerra de Afganistán.
Consciente que esa vía inicial no la podía mantener en el tiempo, aunque tal vez le hubiese parecido oportuna, la segunda iniciativa buscó el concurso del concierto internacional para decidir cuál sería el siguiente paso.
4. Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La aparición del organismo supranacional allá por el año 1945, en sustitución de la previa existente[11], siempre tuvo como finalidad el mantenimiento de un sistema de relaciones internacionales bajo comportamientos pacíficos. Habían sido recientes las situaciones bélicas que, con el máximo exponente de ámbito mundial, habían sacudido nuestra convivencia.
Si bien el transcurso de los años, más de 75 años de existencia, ha hecho que el ámbito de actuación se haya ampliado sustancialmente, permanecen cinco áreas principales: a) mantenimiento de la paz y seguridad internacionales; b) protección de los Derechos Humanos; c) distribución de la ayuda humanitaria; d) apoyo del desarrollo sostenible y la acción climática; e) defensa del Derecho Internacional.
a. Conferencia de San Francisco.
La citada ciudad americana fue la sede de la Conferencia sobre Naciones Unidas sobre Organización Internacional que se celebró durante los días 25 de abril y 26 de junio de 1945[12]. Se conoce con referencia a la indicada city más que por su nombre oficial. Sirvió para dar contenido a la Carta de las Naciones Unidas y al Estatuto de la Nueva Corte Internacional de Justicia.
b. Funcionamiento interno.
Los principales órganos de las Naciones Unidas son la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, el Consejo de Administración Fiduciaria, la Corte Internacional de Justicia y la Secretaría de la ONU. Todos se establecieron en virtud de la Carta de las Naciones Unidas cuando se fundó la Organización en 1945.
Cada uno de ellos tiene encomendada una función y unas atribuciones propias[13]. Como os podéis imaginar, las críticas nunca sobran y estos órganos rectores reúnen algunas. En el presente artículo apuntaremos algunas cuestiones relacionadas principalmente con el Consejo de Seguridad y la Asamblea General.
1) Consejo de Seguridad.
El primer pronunciamiento que realizó fue el día 12 de septiembre de 2001 mediante la Resolución 1368 (2001), con un contenido buscaba al mismo tiempo expresar determinación y contundencia. Partía de la condena inequívoca de los atentados, calificados como “horrendos ataques terroristas”, que se consideran una “amenaza para la paz y la seguridad internacionales”; expresaba su pésame y condolencias; instaba a los estados a colaborar para llevar ante la Justicia a los autores; exhortaba a la comunidad internacional para que redoblara esfuerzos en prevenir y reprimir los actos de terrorismo; mostraba su disposición a tomar las medidas necesarias para luchar contra el terrorismo.
El segundo pronunciamiento se realiza el día 28 de septiembre de 2001 mediante la Resolución 1373 (2001), ampliando un poco el previo realizado dieciséis días antes. En esencia solicita a los estados a que se abstengan de cualquier tipo de acción que suponga el más mínimo atisbo de colaboración (en cualquier de las formas que enumera) con actos de terrorismo.
En el tercer pronunciamiento realizado con fecha 14 de noviembre de 2001, bajo la forma de la Resolución 1378 (2001)[14], identifica a los autores en uno de sus Considerando:
“[…] Condemning the Taliban for allowing Afghanistan to be used as a base for the export of terrorism by the Al-Qaida network and other terrorist groups and for providing safe haven to Usama Bin Laden, Al-Qaida and others associated with them, and in this context supporting the efforts of the Afghan people to replace the Taliban regime,”
Un cuarto pronunciamiento relevante se realiza con fecha 6 de diciembre de 2001 con la Resolución 1383 (2001) con fecha 6 de diciembre de 2001. Resulta llamativo uno de sus Considerando:
“Decidido a ayudar al pueblo del Afganistán a poner fin a los trágicos conflictos en el Afganistán y a promover la reconciliación nacional, la paz duradera, la estabilidad y el respeto de los derechos humanos, así como a cooperar con la comunidad internacional para que se deje de usar el Afganistán como base para el terrorismo,”
La expresión subrayada, que en su versión inglesa es lasting peace, guarda una sospechosa similitud con la denominación “Operación Libertad Duradera” (que originariamente se calificó como “Operation Enduring Freedom”) que se usó por Estados Unidos en su primer movimiento defensivo frente al ataque sufrido.
Destacamos un quinto pronunciamiento que llegó con fecha 20 de diciembre de 2001 mediante la Resolución 1386 (2001), que -entre otras cosas- acordaba:
“[…] 1. Autoriza, como se prevé en el anexo 1 del Acuerdo de Bonn, el establecimiento durante 6 meses de una Fuerza internacional de asistencia para la seguridad que apoye a la Autoridad Provisional afgana en el mantenimiento de la seguridad en Kabul y las zonas circundantes, para que la Autoridad Provisional afgana y el personal de las Naciones Unidas puedan realizar sus actividades en un entorno seguro;”
La intervención de la FIAS (cuyo acrónimo inglés es ISAF, que equivale a International Security Assistance Force) pensada para un período de seis meses se prolongó durante casi catorce años.
Sería extenso realizar siquiera un breve análisis del conjunto de resoluciones que han salido del Consejo de Seguridad de la ONU durante toda la duración de la mencionada Guerra de Afganistán. Muchas de ellas sirven de base para ampliar las críticas a este organismo internacional.
5. La retirada.
Aunque pudiera ser una obviedad, no por ello deja de ser cierto que mantener un conflicto armado -en este caso una guerra a nivel internacional- prolongado en el tiempo supone un desafío en diversos aspectos. El primero de ellos, sin lugar a dudas, en el plano económico. Desplazar tropas tiene un coste que suele ser elevado, el mantenimiento de las mismas requiere ingentes cantidades de dinero, sobre todo si la ubicación es distante. El segundo es el relativo a las posibles bajas, ya sean heridos o fallecidos. Nunca la población de un país podrá encajar de forma positiva que compatriotas resulten heridos o fallecidos en el campo de batalla, particularmente si la participación en el conflicto ha dejado de ser entendida por la población.
Los distintos dirigentes americanos que han gestionado la cuestión lo han terminado entendiendo, algunos muy a su pesar. Estoy convencido que es uno de los fracasos que tiene en su mente George W. Bush, que cumplió con sus mandatos presidenciales y dejó en herencia una guerra a su sucesor (Barack H. Obama). La decisión final le correspondió a Donald Trump.
a] Doha
La ciudad catarí va a pasar a la Historia por haber sido la sede de un encuentro bilateral que estaba encaminado a poner fin al conflicto armado desarrollado principalmente en Afganistán, que tuvo ramificaciones y derivaciones en diversas partes del mundo. El 29 de febrero de 2020 se suscribió el documento bajo el título “Acuerdo para llevar la paz a Afganistán”[15]. Apenas cuatro páginas para poner fin a una discutible situación surgida casi veinte años atrás.
La previsión inicial era que las tropas americanas saldrían de territorio afgano en el plazo de 14 meses[16], como recogía la Parte Uno del documento:
“The United States is committed to withdraw from Afghanistan all military forces of the United States, its allies, and Coalition partners, including all non-diplomatic civilian personnel, private security contractors, trainers, advisors, and supporting services personnel within fourteen (14) months following announcement of this agreement, and will take the following measures […]”.
Correspondía, por su parte, al Emirato Islámico de Afganistán[17] llevar a cabo actuaciones concretas recogidas en la Parte Dos del documento:
“In conjunction with the announcement of this agreement, the Islamic Emirate of Afghanistan which is not recognized by the United States as a state and is known as the Taliban will take the following steps to prevent any group or individual, including al-Qa’ida, from using the soil of Afghanistan to threaten the security of the United States and its allies […]”
La principal tarea, como comprobamos, es prevenir que personas o grupos -con cita expresa a Al Qaeda- usen territorio afgano para atentar contra Estados Unidos y sus aliados.
b] Lo invisible
Si alguno de vosotros, queridos lectores, teníais conocimiento de este acuerdo, estoy por invitaros a un almuerzo o una cena. Este articulista no tuvo consciencia de ello hasta que, a finales del pasado mes de agosto, comenzaron a aparecer en televisión y prensa noticias relacionadas con la retirada de las tropas de Estados Unidos de Afganistán.
Algún iluso llegó a sostener que no habría problemas porque el gobierno afgano no permitiría que los talibanes se hicieran con el poder. La realidad se impuso con tozudez, en apenas unos días habían tomado el control del país. Cuando comenzó a cundir el pánico, se esforzaron (ligeramente) en calmar a la opinión pública comentando que habían crecido y madurado de forma tal que no cometerían las atrocidades que permanecen aún en las mediatecas de las agencias de prensa.
6. La evacuación.
El mes de agosto del año 2020 sólo se puede definir como caótico. Los países que, de alguna u otra forma, participaron en la Guerra de Afganistán comenzaron a movilizarse para salir del país. La cuestión no se limitaba a repatriar a los soldados que allí aún permanecieran, se ampliaba a todo aquel ciudadano que hubiera tenido colaboración con las tropas aliadas. No sería difícil que, pese a haberse comprometido a no perseguirlos, los talibanes los localizaran y ajustaran cuentas por haber contribuido a perpetuar el dominio foráneo.
Pocas semanas después comenzaron a llegar noticias de las atrocidades que habían comenzado a cometer. La perspectiva occidental no termina de asumir lo que allá consideran aplicación de su normativa, de marcado carácter religioso.
7. La duda.
Este que escribe estas líneas se planteaba, entre otras, una duda fundamental: ¿cómo se afrontaría la acogida de los ciudadanos afganos que lograran salir de su país? ¿qué instrumento sería utilizado para dar cobertura a la asistencia que precisarían? Mi perspectiva jurídica me trasladó hacia las previsiones relacionadas con la figura del refugiado. Recordé que hace unos meses[18] publicaba un artículo esbozando algunas pinceladas.
El plano normativo interno, como apuntaba en su día, se recoge en la Ley 12/2009, de 30 de octubre, reguladora del derecho de asilo y de la protección subsidiaria[19]. Su artículo 3 recoge la definición de refugiado:
“La condición de refugiado se reconoce a toda persona que, debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas, pertenencia a determinado grupo social, de género u orientación sexual, se encuentra fuera del país de su nacionalidad y no puede o, a causa de dichos temores, no quiere acogerse a la protección de tal país, o al apátrida que, careciendo de nacionalidad y hallándose fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, por los mismos motivos no puede o, a causa de dichos temores, no quiere regresar a él, y no esté incurso en alguna de las causas de exclusión del artículo 8 o de las causas de denegación o revocación del artículo 9.”
En estricta técnica jurídica habría que preguntarse si las personas que ayudaron a las distintas fuerzas militares presentes en Afganistán reúnen los requisitos recogidos en el precepto: fundado temor de persecución por los motivos citados. Reconozco que al principio tenía mis dudas, pero ahora que leo detenidamente ese fragmento compruebo que sí habría opciones de conceder el asilo a las personas que así lo solicitaran.
La principal dificultad que encontramos en este punto es que, pese al abultado número de solicitudes, normalmente se concede una mínima proporción de las instancias presentadas.
8. El caso de España.
Al tiempo de finalizar el presente artículo he podido comprobar que, desde el punto de vista oficial, nuestro país gestionó la repatriación a través de la denominada “Operación Antígona”. Aprovecho la ocasión para festejar que, quienquiera que sea el responsable, se optara por una denominación que trae a colación a la mitológica hija de Edipo y Yocasta. Nunca es tarde para acordarse de los autores de la tragedia griega, en este caso Sófocles.
Con fecha 2 de septiembre de 2021, al inicio del proceso de repatriación, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones -por boca de su titular, José Luis Escrivá- indicaba que se habían atendido en las instalaciones militares de la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) a un total de 2.181 personas que comprendían un total de 420 unidades familiares[20]. Voy a tratar de averiguar cuántas personas más fueron recibidas en España y qué suerte han corrido sus trámites relacionados con las eventuales peticiones de asilo.
EPÍLOGO
Reconozco que, desde que tuve constancia de las primeras noticias en el lejano mes de agosto de 2021, me estuve planteado abordar la cuestión. Diversos motivos, principalmente relacionados con la forma de enfocar el tema, hicieron que lo fuera demorando semana tras semana. Compruebo, al leer el texto, que la parte dedicada a los antecedentes se ha extendido más de lo que hubiera sido necesario. Acepto la posible crítica en este sentido, pero creo que ese desarrollo no se podía obviar para poner en contexto la situación de quienes se vieron forzados a salir de su país natal en semejantes condiciones. Posiblemente complete este artículo con una revisión de las condiciones que, meses después, tienen los ciudadanos afganos en España.
Rafael Fernández
25 de enero de 2022
[1] Algunos crecimos con nociones que situaban el origen del mundo civilizado en el Antiguo Egipto y Mesopotamia. Los ríos Nilo, Tigris y Eúfrates nos sirvieron como punto de partida.
[2] Dato extraído de la aportación que Amir Hamed y otros compañeros realizaron sobre Afganistán para la “Guía del mundo 2005-2006: el mundo visto desde el sur” publicada en Montevideo (Uruguay) por el Instituto del Tercer Mundo.
[3] Puede consultarse en el siguiente enlace web: http://www.exteriores.gob.es/documents/fichaspais/afganistan_ficha%20pais.pdf.
[4] La versión extensa del citado país era Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
[5] Se puede consultar el dato en la propia página web del organismo internacional: https://www.un.org/es/about-us/member-states#gotoA.
[6] Habrá decenas, centenares tal vez, de documentales sobre el tema. Localicé uno que emitieron en La2 de RTVE producido y dirigido por Karen Edwards: https://www.youtube.com/watch?v=GCDm2tvIZXk.
[7] Localizamos distintas entradas en la versión digital de la Encyclopedia Britannica: https://www.britannica.com/topic/Northern-Alliance.
[8] Inicialmente buscaba ayudar a los musulmanes en la denominada Guerra de Afganistán que el país libró frente a la Unión Soviética.
[9] Tuvo lugar en los aparcamientos de los citados edificios de oficinas el día 26 de febrero de 1993. Parece ser que hubo un error por parte de los terroristas, se equivocaron de aparcamiento y dejaron el explosivo vehículo en un edificio colindante. Más de ocho años después daría el golpe definitivo (en el peor de los sentidos posibles) con el que se considera el mayor atentado terrorista de la Historia de Estados Unidos.
[10] Este breve video de la cadena France24, en versión en castellano, resulta muy gráfico del momento descrito (1:13): https://www.youtube.com/watch?v=Vxk0VtTmmNs&t=34s.
[11] Recordemos que, tras la Primera Guerra Mundial, se creó la Sociedad de Naciones mediante el Tratado de Versalles de 28 de julio de 1919. Fue disuelta el 18 de abril de 1946. Entraría en escena la organización que comentamos.
[12] Datos obtenidos de la propia página web del organismo internacional: https://www.un.org/es/about-us/history-of-the-un/san-francisco-conference.
[13] Pueden verificarse en la página web de la organización: https://www.un.org/es/about-us/main-bodies. Existe, además, abundante bibliografía que hace que en este momento no sea preciso detenerse en este punto.
[14] No ha sido posible, al tiempo de redactar el presente artículo, la versión en castellano. Indicamos el enlace a la versión en inglés.
[15] Está disponible en el siguiente enlace web del gobierno americano: https://www.state.gov/wp-content/uploads/2020/02/Agreement-For-Bringing-Peace-to-Afghanistan-02.29.20.pdf.
[16] Se establecía una primera fase para los primeros 135 días y una posterior para los nueve meses y medio siguientes.
[17] Llama a la atención que se reitera en el acuerdo que no está reconocido como estado por Estados Unidos y se refiere a su interlocutor como “Los Talibanes”.
[18] Fue publicado el 28 de abril de 2021: https://adefinitivas.com/arbol-del-derecho/un-valle-de-lagrimas-aproximacion-a-la-situacion-de-los-refugiados-en-el-mundo-a-cargo-de-rafael-fernandez/.
[19] Publicada en el Boletín Oficial del Estado de 31 de octubre de 2009: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2009-17242.
[20] Puede consultarse la nota de prensa en el siguiente enlace: https://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notasprensa/inclusion/Paginas/2021/020921-escriva_afganistan.aspx.

Rafael Fernández Muñoz es Abogado en ejercicio del Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla. Desempeña sus funciones en los ámbitos profesionales (judiciales y extrajudiciales) civiles, administrativos, laborales, penales y canónicos. Forma parte del Turno de Oficio (Ayuda Social, Ejecuciones hipotecarias/Derecho bancario, Extranjería, Penal Especial, Civil, Familia y Penal/Militar) y se muestra activo en el aprendizaje de otras cuestiones jurídicas. Ha cursado en fechas recientes una aproximación al nuevo Texto Refundido de la Ley Concursal.
Forma parte del Elenco de Abogados del Tribunal Metropolitano del Arzobispado de Sevilla. Actualmente ha finalizado el Estudio Rotal que imparte el Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica en España y es Abogado Rotal.
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