Leer abogado y emprendedor en una misma oración puede sonar incompatible y raro. No obstante, creo que la sinergia entre ambos términos es una solución matemática. Durante años, los abogados nos hemos visto solo como el proveedor de soluciones, caminando paralelamente en todo momento con la ley. Somos protectores de nuestros clientes, de la ley, y de intentar proveer la balanza de justicia entre diferentes partes.
Lo anterior definido es la visión que tiene el mundo de los abogados, y lo que pretendo explicar a continuación es lo que no ven, y que en verdad somos. Cuando ejercemos de abogado, lo más importante es establecer un vínculo de confianza con nuestros clientes. Es tan fácil como decir que sin confianza no hay cliente, y sin cliente no hay sentido a nuestra profesión. El establecer el vínculo de confianza probablemente nos vuelva unos excelentes vendedores. Aquí ya comenzamos con el primer momento shock, ¿los abogados pueden vender? Sin lugar a duda, ya que tenemos que comprender a quien tenemos adelante, y en esa conversación nuestra mente se pone a realizar ecuaciones jurídicas de que se debe hacer, como transmitir esos pensamientos al cliente, para que decida que eres la persona adecuada. Probablemente muchos de nosotros no asimilemos esto a una venta, pero en realidad estamos todo el día vendiendo confianza, y esto es lo más difícil de proveer.
Volviendo a esa ecuación jurídica de cómo llegar a la solución, nos volvemos directores de operaciones. Aquí viene el segundo shock, ¿los abogados saben de operaciones? En el sentido estricto de la posición de velar por que las métricas se cumplan, coordinar o establecer procesos, puede aparentar que una cosa no tiene nada que ver con la otra, pero en realidad es solo cuestión de percepción. Un abogado en su intento de buscar una solución hace un recorrido por el mundo jurídico, en leyes, sentencias, experiencias, etc., para llegar a una solución.
Probablemente, hable con otros compañeros de trabajo, departamentos, conocidos, o lo que sea para sacar feedback. Hace un recorrido por todas las herramientas de la que dispone para proveer de la mejor solución. A mi parecer, esto es una función operacional, saber a qué te enfrentas y cuáles son tus mejoras herramientas para lograrlo. De hecho, nuestro trabajo no solo termina ahí, también establecemos el camino a seguir para posicionar de la mejor manera a nuestros clientes. Incluso, en la mayoría de las ocasiones también vamos más allá de lo que pretendido, porque también presentamos a nuestros clientes entre sí, elaboramos planes de expansión, y realizamos todo lo que tenemos a nuestra disposición para mejor situar a nuestros clientes.
Aunque parezca que nuestra profesión solo se basa en resolver problemas, es porque no se ha comprendido la extensión de nuestra profesión y es tiempo de abordar el tercer shock ¿los abogados podemos prevenir? En realidad, somos la primera línea de defensa, y el primero que diseña estrategias de defensa. Si se nos brinda la oportunidad de prevenir, creamos una base sólida sobre la cual una empresa, proyecto, o cuestión se pueda sustentar. Nuestra visión no está limitada al solo ahora, sino a años luz de ese momento, porque en base a nuestra experiencia, la de nuestros clientes, la que escuchamos y la que vemos, establecemos la fortaleza para prevenir errores, porque sabemos que cualquier error, supone un error económico para nuestros clientes.
Hablemos del cuarto shock, ¿los abogados saben de atención al cliente? Aquí es donde menos duda tengo de que nosotros somos los mejores proveedores de atención al cliente. Nuestra vida está íntimamente ligada al cliente, y nos volvemos una persona que 24/7 está atenta a las llamadas, correos, visitas, etc., porque sin esa confianza que el cliente nos ha brindado, nuestra profesión no existe. Sabemos lo complejo que es mantener a un cliente contento, y por eso damos nuestro 100%, y somos capaces de anteponer nuestras necesidades a la de ellos, para seguir proveyendo de confianza.
Por último, hablemos del quinto shock ¿los abogados toman decisiones? Nuestra profesión se basa en tomar decisiones. Analizamos la cuestión que tenemos enfrente y luego vamos descartando opciones hasta llegar a la solución que proveeremos. Sabemos de la importancia que tiene la solución que daremos, y del alto grado de responsabilidad que esto supone para nosotros, por lo que esto pueda suponer para nuestro trabajo, y sobre todo por las repercusiones que tendrá en nuestro cliente o terceros. Probablemente estemos ante una de las profesiones que trabaje bajo mayor estrés, y que en su día a día tenga que tomar decisiones de gran relevancia.
Si asimilamos los anteriores cinco shocks a las necesidades de un emprendedor, creo que muchas de las características que son necesarias para emprender se empiezan a cumplir. Para muchos el emprender es el que arriesga, pero eso podría decirse del 100% de las personas en el mundo. Si analizaremos el momento de vida de cada individuo en este planeta, la vida está llena de riesgos, y todos los días nos arriesgamos. Probablemente no hayamos focalizado ese riesgo en emprender, pero eso no significa que en nuestro día a día no emprendamos de cierta manera. En el caso de los abogados, tenemos la ventaja que el riesgo lo cuantificamos. Muchas veces se atribuye al abogado el bloqueo de proyectos, por su grado de innovación porque se va contra la ley, pero lo que mucha gente no sabe, es que los grandes proyectos, han ido paralelamente con un abogado que les ha sembrado un camino por el cual se puede desarrollar el proyecto para poder ejecutar el proyecto, y evitar problemas.
La intención de este post es que se mire al abogado no solo como una ley, sino como un emprendedor. Nuestro mercado es sumamente complejo, no solo por el alto grado de competencia, visión que el mercado tiene de nosotros o por cualquier misma razón que una empresa sufre, y sin embargo aquí seguimos.
Hace 8 meses decidí emprender, y mi objetivo con la legaltech Leypal, es empezar con la firma electrónica para terminar disrumpiendo los contratos, pero personalmente espero poder ayudar a crear una nueva visión que el entorno tiene de nosotros y de nuestro trabajo. Así que espero que este post ayude a más de uno y por mi parte, incluso espero que más abogados decidan arriesgarse a realizar sus proyectos. Yo empecé el proyecto como abogado, y ahora sé que la abogacía es una herramienta de la que dispongo, y en el camino he desarrollado muchas nuevas. Esto pasa con cualquier emprendedor. Una persona podrá ser experta en algo, tener conocimiento de algunas, y no tener ni idea de muchas otras, pero durante el camino se van aprendiendo, por las personas con las que te has rodeado, o porque no queda otra que buscar la solución, y en eso nosotros los abogados somos expertos.
Edwin Mata
31 de marzo de 2020

Edwin Mata
Co-Ceo & Co-Founder at Leypal. Blockchain enthusiast & Digital Lawyer.