Skip to content

Cancelando el Balance. Todo lo que debes saber sobre finanzas personales. A cargo de Diego Costa García. Parte 6

AD 75/2018

 

4.2.  Seleccionar el activo concreto.

 

Pasemos a lo interesante. Vamos a ir centrándonos ya en la renta variable que, al fin y al cabo, es el activo que va a marcar la diferencia.

¿Por qué en renta variable? Porque es el activo que más margen da. Con el ahorro a corto y los activos a corto, poca cosa se puede hacer: no lo puedes hacer ni muy mal ni muy bien. El ahorro y la inversión a largo plazo da más maniobrabilidad: lo puedes hacer mejor o peor. Por tanto, hay que informarse más.

Además, probablemente estés menos familiarizado con él que con los depósitos, y en esta industria, como en todas, cada uno compite por su parte del pastel. Así que hay que tener cuidado.

Hasta aquí, ya deberíamos haber concretado qué parte de nuestro activo deberíamos destinar a renta variable. ¿Y ahora qué? Pues vamos a ver qué tenemos que mirar antes de lanzarnos a invertir.

 

ANEXO: El mercado y los juegos de suma 0.

Suele emplearse el término juego de suma 0, para aquellos procesos en los que el agregado, la suma de pérdidas y ganancias de los participantes, suma 0. También podemos hablar de juegos de suma positiva o negativa.

Podríamos decir que los juegos de suma negativa destruyen valor, mientras que los de suma positiva lo crean. Los de suma 0 serían indiferentes.

Por asentar el concepto con ejemplos, un juego de suma 0 sería el poker. En el poker todos los jugadores ponen un capital inicial, juegan, y posteriormente dicho capital se reparte según los resultados. Pero el capital agregado ni crece ni decrece.

Un juego de suma negativa podría ser, en principio, cualquier dilema del prisionero. En una guerra, por ejemplo, el agregado inicial no coincide con el agregado final. Lo más normal es que ambos bandos hayan perdido valor, y aunque uno haya ganado la guerra, habrá ganado menos de lo que ha perdido el otro.

Un juego de suma positiva podría ser el concurso televisivo ‘saber y ganar’. Los participantes compiten quitándose los premios unos a otros. Pero, aun así, los 3 concursantes llegan con 0 euros, y la suma final de las ganancias siempre es positiva.

En ocasiones suele argumentarse que la bolsa es un juego de suma 0, es decir, que la suma de las ganancias de los que ganan es igual a la suma de las pérdidas de los que pierden.

No sabía si dedicar un punto a esto porque realmente no hay por donde cogerlo.

El mercado es el juego de suma positiva por excelencia. Y no puedo aportar gran cosa aparte de repetir, para el que no las haya escuchado, las réplicas de siempre.

Cualquier intercambio voluntario implica que ambas partes valoran más lo que reciben que lo que dan. Solo renunciando al subjetivismo, cabe imaginar en contrario. Pero entonces no podríamos explicar los intercambios.

Como bien explican autores como Rallo[i] o Bastos[ii], los recursos no están dados, se descubren y se dirigen, vía intercambios, a satisfacer los fines más valiosos.

Y la bolsa es un mercado más en el que los agentes se encargan de asignar el valor adecuado a los bienes de capital, a las compañías, mandando la señal a estas para que sigan, expandan o liquiden marginalmente sus proyectos.

Piensa que todos los recursos que gestiona la bolsa podrían no dar ningún fruto, podrían no producir ningún bien de consumo futuro. Y sin embargo sí lo producen. Y cada vez que se descubre cómo emplear esos factores de tal forma que produzcan más o que produzcan bienes de consumo más deseados, se está creando valor.

Por tanto, la bolsa, como cualquier otra parte del mercado, es un juego de suma positiva.

De hecho, dentro de cualquier dinámica evolutiva, los juegos de suma 0 no existen o tienden a desaparecer. Considerar el poker o cualquier juego de azar como un juego de suma 0 es un error. Es como considerar una panadería un juego de suma 0 porque los clientes salen con menos dinero que con el que entraron.

Más allá de cierta inconsistencia temporal en las decisiones que pueda darse en los juegos de azar, no solo debemos contar los saldos monetarios, también los no monetarios. Y está claro que jugar al poker te aporta algo más que el simple saldo monetario, disfrutas, es tiempo de ocio. Porque si no lo fuera, simplemente el poker no existiría…

 

4.2.1.           El criterio de selección: track record largo y bueno.

 

En el punto anterior hemos visto cuál ha sido el comportamiento a largo plazo de los distintos activos. Hemos determinado que el más rentable (si tenemos un horizonte temporal largo) es la renta variable.

Pero dentro de la renta variable también existen muchos criterios de selección de compañías. Así que vamos a utilizar el mismo enfoque para determinar cuál es mejor.

He dividido esta sección en cuatro tipos de criterios que a continuación describiré a grandes rasgos. Pero antes, y por si no estaba claro, me quito la careta.

Si vamos a la lista Forbes (lista de los más ricos del mundo) encontramos dos perfiles diferenciados: los que se han hecho ricos por crear una empresa (Jeff Bezos o Bill Gates) y los que se han hecho ricos invirtiendo (Warren Buffett).

La riqueza de los primeros está poco diversificada. Tienen su activo muy concentrado en dicha empresa. Mientras que los segundos tienen una cartera más diversificada, compuesta por más empresas.

Otro día si quieres comentamos por qué no se puede gravar esa riqueza.

La cosa es que, del segundo perfil de ricos, de los que han hecho su fortuna invirtiendo, prácticamente todos han seguido el mismo criterio de selección: analizar los fundamentos de la empresa, la capacidad de generar rentas futuras.

Y es que teóricamente tiene sentido. La empresa en sí misma no vale nada. El valor lo recibe de los bienes futuros que sea capaz de producir. Y a su vez los bienes futuros no valen nada, reciben el valor de la valoración subjetiva de las personas.

Por tanto, teóricamente:

  1. Las personas valoran fines con distinta intensidad (fin = ’tengo hambre’).
  2. Las personas valoran medios según los fines que les permitan alcanzar (medio = pescado).
  3. Las personas valoran los bienes de capital según el valor de los medios que produzcan (bien de capital = red).

Es decir, porque tienes hambre valoras el pez, y porque valoras el pez valoras la red.

Así que tiene todo el sentido del mundo que los inversores que más éxito han tenido hayan sido los que emplean un criterio de selección basado en la capacidad de creación de valor futuro de la empresa.

Sin embargo, esto no es tan fácil. Vamos a ver como se adaptan los distintos criterios de selección a la teoría.

Ya te adelanto que, me gusta el indexarse como primera aproximación, tengo un sesgo claro por el fundamental, no creo o no creo que se pueda conocer el técnico, y me llama la atención el cuantitativo. Pero vamos a ello.

 

ANEXO: El mercado como sistema complejo.

Probablemente los sistemas más complejos sean todos aquellos relacionados con las ciencias sociales.

Los sistemas relativamente más simples van formando grupos que, de forma selectiva y según estén más o menos cohesionados, terminan formando sistemas de orden superior o sistemas más complejos: partícula subatómica -> átomo -> molécula -> … -> célula -> órgano -> persona -> sociedad.

Capella suele hacer mención a esto en sus vídeos[iii] como la tensión individuo-grupo.

Y cada vez que las partes se juntan formando un todo superior, el sistema se vuelve más complejo y las relaciones de causalidad más complicadas de seguir. Se hace imposible deducir el todo desde las partes, pero sin embargo disponemos de cierto conocimiento empírico sobre el comportamiento del todo.

Por ejemplo, sabemos, a grandes rasgos, cómo se comporta una neurona; y también sabemos, a grandes rasgos, cómo se comporta un cerebro. Sin embargo, este conocimiento lo hemos adquirido por pura observación. Y probablemente si intentamos deducir el comportamiento cerebral desde el comportamiento neuronal, nos daremos de bruces con la compleja realidad.

El mercado y la bolsa tampoco se libran de esta complejidad. Podemos entender, a grandes rasgos, cómo actúan las personas (fines ilimitados, medios escasos, costes de información, sesgos, heurísticas…), y podemos entender, a grandes rasgos, cómo funciona la bolsa (planes empresariales ilimitados, traslado marginal de factores productivos…); pero si intentamos deducir la bolsa a partir de la acción humana, nos encontraremos con un sistema muy complejo.

¿Y qué hay que hacer con los sistemas complejos? Pues encontrar sus atractores.

Uno de los grandes logros de la teoría del caos, ha sido el descubrimiento de los atractores[iv].

Ellos lo describen como una herramienta matemática, pero no te asustes, es más que eso. El atractor vendría a indicarnos el punto de gravedad hacia el que el sistema tiende.

figura 16.png

Figura 16 (Atractor de Lorenz[v])

Para el caso que nos ocupa, el atractor vendría a ser los beneficios futuros.

A mí me gusta imaginármelo más o menos así. Cogemos una cuerda, típica comba. Un extremo lo agarramos y el otro lo atamos a una clavija a la pared. En el extremo que estamos agarrando ponemos un gusano que empieza a caminar. Y entonces empezamos a agitar nuestro extremo.

Suponiendo que el gusano no sale disparado y que efectivamente empieza a avanzar por la cuerda, nos encontraríamos con un sistema complejo. No podemos saber qué posición ocupa el gusano en cada instante de tiempo. La cuerda se mueve, sube y baja caóticamente.

figura 17.png

Figura 17 (Doble péndulo[vi])

Sin embargo, sí podemos saber con exactitud dónde estará el gusano cuando termine su andadura: exactamente en la clavija donde atamos el otro extremo.

Con la bolsa pasa lo mismo, puede oscilar, hacer un sube y baja, o dar vueltas en círculos. Pero finalmente, debe terminar en los beneficios futuros de las empresas.

Y con ‘debe’ quiero decir, necesariamente, no hay otra. Si compras una empresa (conociendo muy bien sus beneficios futuros y sabiendo que efectivamente está) a PER 5 con la esperanza de multiplicar por 3 hasta PER 15, como mucho tardaras 6 años en alcanzar la clavija. Es decir, si compras una empresa de la que cada año te llevas en beneficios un quinto de lo que te costó; tardarás, como mucho, 6 años en multiplicar por 3.

figura 18.png

Figura 18 (elaboración propia)

Y esto ocurre independientemente de que el mercado reconozca el valor de tu empresa. De hecho, si el mercado no lo reconoce, casi mejor, pues te da la oportunidad de seguir reinvirtiendo los dividendos a PER 5.

Es decir, los beneficios futuros son un golpe de realidad y terminan forzando al sistema a reconocer el valor. Y ahí tenemos un claro atractor, cuando los beneficios futuros se convierten en presentes, valor y precio deben necesariamente colapsar.

 

4.2.1.1  Indexarse por defecto.

Este primer criterio debería ser nuestro criterio por defecto. Es muy simple y tiene mucho sentido desde un punto de vista epistemológico.

Como yo no sé dónde están las manzanas podridas, pero sí sé que en agregado se compensan positivamente; compro todas las manzanas. Es decir, como ni sé, ni quiero ni tengo tiempo de saber cuáles son las empresas buenas (gestión personal) o quién sabe cuáles son las empresas buenas (gestión profesional); me limito a comprar todas las empresas, punto.

Defines un criterio de selección objetivo y cuantitativo (p.ej: empresas de market cap > 1B) y las compras todas. Y como tienes un criterio de selección muy simple, dejas que los ordenadores gestionen la cartera.

El criterio de selección debe ser concreto y simple de evaluar. Además, no debe estar sesgado y debe dejarte dentro una cantidad muy amplia de empresas para realmente poder conseguir las rentabilidades medias de la renta variable.

Normalmente se externaliza la gestión del criterio de selección en terceros y lo único que haces tú es elegir tu proveedor del criterio de selección. Al criterio de selección de estos proveedores los llamamos índices (IBEX35, DOW JONES, S&P500…). Y este método se llama indexarse.

Esta forma de invertir se suele llamar gestión pasiva ya que no requiere ninguna decisión en la gestión. Y frente a la gestión activa (que sí requiere algún tipo de análisis humano) tiene varias ventajas:

  • Es coste de gestión es ínfimo. Esto es importante tanto si lo gestionas tú (coste en tiempo), como si encargas la gestión a terceros (me suena 0.1-0.2%/anual frente gestión activa 1.5-2.5%/anual).
  • Si diversificas bien, te aseguras la rentabilidad media del mercado.

Además, las innovaciones tecnológicas, cada vez están abriendo más esta industria que estaba cartelizada por los bancos. Así que las comisiones de gestión seguirán bajando.

Si quieres profundizar más te recomiendo este vídeo[vii] de Martin Huete, un insider de la industria de gestión, la oveja negra, que hace años se salió y se dedicó a destapar las malas praxis y los incentivos perversos. Después fundó Finizens enfocado en gestión pasiva 2.0 para jóvenes. Echa un vistazo.

Yo no conozco muchas más de gestión pasiva. Así que de todas formas infórmate bien si esta es la estrategia que quieres seguir. Pero, sobre todo, ¡huye de los bancos!

Como dice mi jefe[viii], si de esta guía pasas de 0 a adoptar esta estrategia, eso ya sería un pelotazo. No obstante, déjame criticar un poco a la gestión pasiva en el siguiente punto.

 

4.2.1.2   Fundamental.

Los otros 3 criterios de selección (este y los 2 puntos siguientes) se encuadran dentro de la gestión activa, necesitan de una decisión activa por parte del gestor, un análisis de algún tipo. Vamos a verlos.

Este, el análisis fundamental, consiste en analizar los fundamentos de la empresa. Es el que más encaja con el que han llevado a cabo los grandes inversores (aquellos del forbes).

Además, es el que mejor encaja con la teoría, la empresa vale lo que vale su producción futura, sus beneficios futuros.

Obviamente esos flujos de beneficios hay que descontarlos (a valor presente) en tiempo y riesgo, y, además, no son constantes. Así que no es tan fácil.

Por tanto, dentro de este criterio cabrán varias estrategias distintas para averiguar cuáles van a ser los beneficios futuros de la empresa. Unos descontarán flujos, otros mirarán PER u otros ratios, otros incidirán más en la parte cualitativa o en los moats, otros analizarán macro… Pero todos ellos tendrán en común el foco en los beneficios futuros y, por tanto, todos tendrán, a parte del precio, un valor calculado que les indicará cuándo comprar y cuándo vender.

Como dice Warren Buffet: Precio es lo que pagas, valor lo que recibes.

Los value investors o inversores en valor, que es el tipo de gestión en la que se encuadran mis jefes, estarían dentro de esta categoría. Quizá amplíe sobre los value al final.

La pequeña crítica a la gestión pasiva. En los últimos años, y no sin parte de razón como veremos en el punto 5.2, se ha dado un auténtico boom en los fondos gestionados pasivamente. También en otras formas de gestión más encuadradas quizá en el cuantitativo. Y cada vez más fondos son gestionados por ordenadores y con criterios de retroalimentación.

figura 19.png

Figura 19 (3ª Conferencia Anual de Inversores – azValor (español) [ix])

Fíjate que la mayor parte de los índices tienen criterios de tamaño, de capitalización, solo entran en el índice empresas grandes. Pero a su vez el hecho de que entre en el índice implica que muchos fondos pasivos deben comprarla aumentando su capitalización. ¿Se ve el efecto amplificador?

Además, otros métodos como el HFT (high frequency trading) unido a los stop loss, cortos u otros instrumentos, agravan todavía más el efecto. Véase por ejemplo flash crash[x].

¿Resultado? Empresas mal valoradas hacia arriba o hacia abajo y mercado más volátil o precios más frágiles.

Si a esto le unes que (con los experimentos monetarios que estamos viviendo) la renta fija de los estados está en mínimos históricos de rentabilidad (llegando a dar algunas incluso rentabilidad negativa¿?) y que eso ha provocado un efecto expulsión de sus inversores hacia activos más arriesgados (renta variable muy segura: empresa consolidada con buenos y constantes dividendos); el efecto sobrevaloración todavía es mayor, y, peor aún, no es sostenible (el desorden monetario no va a durar para siempre).

Así que pueden no ser buenos años para indexarse (por esto[xi] o esto[xii]). Aun así, si estás dentro del perfil anterior (ni sabes ni quieres saber) no te queda otra. Te recomendaría que al menos realices una buena y amplia diversificación espacial y temporal (como veremos más abajo).

4.2.1.3   Técnico.

El análisis técnico, según Wikipedia, “es el estudio de la acción del mercado, principalmente a través del uso de gráficas, con el propósito de predecir futuras tendencias en el precio”.

Es un tipo de análisis que centra su atención en el precio de cotización pasado y presente y en base a él intenta predecir dónde estará el precio de cotización futuro.

En su versión suave, ‘es un complemento’ junto con otros criterios de selección para saber cuándo entrar (cuándo comprar/vender).

Conclusión, aléjate todo lo posible de este tipo de ‘análisis de empresas’, tanto de la versión fuerte, como de la débil.

Podría terminar aquí el punto, pero estoy abierto de mente. Sí creo que pueda existir un criterio de selección de tipo técnico exitoso. Así que voy a darte algunas claves para que, si te topas con él puedas diferenciarlo y a la vez te ayudarán a desechar el resto de basura:

  • No sé de nadie que se haya hecho rico haciendo análisis técnico[xiii]. Sí sé de gente que se ha hecho rica vendiendo libros sobre análisis técnico.
  • Los brokers quieren que hagas análisis técnico[xiv] (muchas operaciones).
  • Los criterios de tipo técnico sufren de un efecto amplificador, utilizan el output como input. Miran el precio para determinar el precio[xv].
  • Aunque pudiera existir algún criterio de tipo técnico exitoso por explotar algún sesgo de comportamiento o similar, las posibilidades de que encuentres ese criterio concreto son cercanas a 0. Casi por definición, si existe algún criterio que funcione, no puede ser conocido ni divulgado.
  • La inversión por criterios técnicos no es inversión a largo plazo. Como mucho lo podrás considerar un trabajo, como si fueras un broker más. Por tanto, no va a machear con tu consumo a largo plazo y seguirás necesitando un bien de capital en tu activo.
  • El mercado no es un juego de suma 0. Pero si operas mucho en el corto plazo pagaras comisiones e impuestos y puede convertirse en un juego de suma negativa.
  • Mirar la realidad es más fácil que mirar qué pensará el otro sobre la realidad. Además, puedes mejorar, aprender, mirando la realidad; mejorar mirando qué pensará el otro es probablemente imposible.
  • Ganar dinero de forma consistente comprando algo caro y vendiéndolo más caro es probablemente imposible.

Pero el principal problema que tiene el análisis técnico para seducirme es que no tiene ningún atractor.

A la hora de analizar sistemas complejos, caóticos, difícilmente predecibles, necesitas utilizar atractores[xvi], encontrar los puntos de colapso, los focos de gravedad o de tendencia, allí donde las causalidades se ofrecen más ciertas.

Véase por ejemplo el problema de los 3 cuerpos[xvii]. El matemático francés Henri Poincaré demostró que no existe ninguna fórmula que describa el comportamiento de 3 cuerpos sometidos a fuerza gravitacional mutua.

Si con 3 cuerpos ya es imposible, imagina con miles de millones de seres humanos.

Pero, aunque no podamos describir perfectamente el comportamiento del sistema de los 3 cuerpos en cada instante, quizá sí podamos decir con bastante acierto dónde estará dentro de mil años. Si, por ejemplo, hubiese fuerza de rozamiento, seguiríamos sin poder predecir el sistema en cada instante, pero sí podríamos llegar a decir que en menos de t van a terminar los 3 cuerpos pegados.

Pues con la economía ocurre lo mismo. En bolsa, probablemente sea imposible predecir a dónde se va a ir el precio mañana. Pero podemos estar seguros de que la comba está atada por un extremo, que cuando los beneficios futuros se vuelvan presentes, precio y valor deben colapsar.

El análisis técnico no utiliza este atractor, de hecho, no utiliza ninguno (que yo sepa). Así que su capacidad predictiva será nula.

Ojo, no estoy diciendo que el único atractor sean los beneficios futuros de la empresa. Ese es el atractor, la causa última, pero podrían existir causalidades intermedias con similares cualidades de estabilidad.

De hecho, yo he ganado bastante dinero con apuestas en las que únicamente sabia el nombre y el precio del subyacente. No estoy hablando de bolsa ahora, estoy hablando de apuestas deportivas.

Déjame contarte algunas metodologías ganadoras en los ‘juegos de azar’ que no necesariamente consisten en estudiar muy bien el subyacente:

  • SureBets[xviii]: clásico arbitraje entre varias casas. Para el mismo evento, una te lo paga a cuotas 2.1-1.8 y la otra 1.8-2.1. Puedes apostar al 2.1 de la primera casa y al 2.1 de la segunda cubriendo todas las posibilidades del evento y asegurándote un 5%.
  • ValueBets[xix]: consiste en encontrar cuotas que no reflejen las probabilidades reales del evento. Esto puede hacerse estudiando el subyacente (hay todo un mercado sobre esto) o, de nuevo, con arbitraje entre casas utilizando métodos estadísticos para encontrar la cuota que se sale de la media.
  • Contar cartas[xx]: A todos les sonará la película 21 black Jack. Pero contar cartas puede realizarse prácticamente en cualquier juego de cartas.
  • Imperfecciones físicas[xxi]: Todos conocemos la historia de los Pelayo en la ruleta.
  • Sistema balístico[xxii]: en la ruleta, entre el tiempo desde que la bola está en movimiento hasta que el crupier pita el ‘no va más’, calcular mediante fórmulas físicas la trayectoria de la bola[xxiii] y su punto de caída más probable.
  • Value investing con caballos: mi jefe ha contado varias veces[xxiv] esta historia[xxv].

No es plan de animar a nadie a apostar. Sí quizá a apostar con cabeza.

La idea es que la mayor parte de estos métodos ganadores tratan de estudiar, de una u otra manera, el subyacente. Pero no solo ahí está el atractor. Puedes hacer surebets apostando a tercera división de ping pong femenino de Turquía. Y no necesitas saber más, porque tu atractor no es ese, tu atractor es la ineficiencia relativa hasta que se igualen las cuotas en las distintas casas.

Pero al análisis técnico, no le veo nada de esto. Lo único que veo es una serie de agentes con incentivos no alineados a los míos, contándome una película muy pero que muy rara.

De hecho, en el mundo de las apuestas ocurre exactamente lo mismo. La mayoría de los métodos ‘ganadores’ que puedas leer por ahí, están financiados y promovidos por los propios casinos.

Cuidado…

 

4.2.1.4   Cuantitativo.

 

No sabría definir este tipo de análisis porque además sé muy poco de él. He querido incluir esta categoría sobre todo pensando en hablarte de 2 gestoras:

Puedes leer sobre ambas en la Wikipedia y de paso informarte sobre de qué va el análisis cuantitativo o como invierten los quants. El punto es que ambas juntaron mentes brillantes, premios novel y doctores de física, matemáticas, estadística…

Pero la primera quebró en menos de 5 años[xxviii], mientras que la segunda, con Jim Simons a la cabeza, consiguió rentabilidades extraordinarias durante más de 2 décadas.

¿Qué hicieron diferente? ¿Qué hace Renaissance en estos momentos? ¿Que descubrió Jim Simons?

Pues tendrás que investigar por tu cuenta porque yo no lo sé, aunque me encantaría saberlo. Si lo descubres me lo cuentas.


Referencias bibliográficas

[i] No es un juego de suma cero

https://www.libertaddigital.com/opinion/juan-ramon-rallo/no-es-un-juego-de-suma-cero-58914/

[ii] Seminario «Ideologías y Teoría Política contemporánea» (Sesión 5) | Miguel Anxo Bastos

https://youtu.be/jAUqug9-_DQ?t=50m28s

[iii] Científico Francisco Capella. Teoría de la Evolución Ideas Fundamentales. ATEÍSMO.

https://youtu.be/2s7xITc8yPs?t=41m50s

[iv] Atractor

https://es.wikipedia.org/wiki/Atractor

[v] Atractor de Lorenz

https://es.wikipedia.org/wiki/Atractor_de_Lorenz

[vi] Doble péndulo

https://es.wikipedia.org/wiki/Doble_p%C3%A9ndulo

[vii] Martín Huete – Invertir no es como nos lo han contado

https://youtu.be/YSnlyxLxKp0

[viii] Value Investing – AZValor

https://youtu.be/JL-TCEveoCQ?t=8m48s

[ix] 3ª Conferencia Anual de Inversores – azValor (español)

https://youtu.be/Bk23AmD7Fq4?t=1h10m13s

[x] Flash Crash de 2010

https://es.wikipedia.org/wiki/Flash_Crash_de_2010

[xi] 3ª Conferencia Anual de Inversores – azValor (español)

https://youtu.be/Bk23AmD7Fq4?t=1h10m13s

[xii] II Conferencia Anual de Inversores de azValor (2017)

https://youtu.be/C4hsRwR_s3I?t=3h45s

[xiii] Value Investing – AZValor

https://youtu.be/JL-TCEveoCQ?t=11m6s

[xiv] Más del 90% de los day-traders pierden dinero

https://youtu.be/DDzbmDtf4M8?t=1m53s

[xv] Quiero invertir en bolsa a largo plazo ¿Contrato un fondo de gestión pasiva o uno de gestión activa?

https://youtu.be/coFGuXc7NCI?t=41m32s

[xvi] La cosmovisión de la teoría del caos, pt. 1/2

https://youtu.be/-1F6qoixj1o

[xvii] Problema de los tres cuerpos

https://es.wikipedia.org/wiki/Problema_de_los_tres_cuerpos

[xviii] Surebets

http://bmbets.com/sure-bets/

[xix] ValueBets

http://bmbets.com/value-bets/

[xx] Conteo de cartas

https://es.wikipedia.org/wiki/Conteo_de_cartas

[xxi] Gonzalo García Pelayo

https://es.wikipedia.org/wiki/Gonzalo_Garc%C3%ADa_Pelayo

[xxii] Eudaemons

https://es.wikipedia.org/wiki/Eudaemons

[xxiii] Ruleta, láser y ordenador: los nuevos eudaemons

https://www.microsiervos.com/archivo/azar/ruleta-laser-ordenador.html

[xxiv] Álvaro Guzmán de Lázaro participa en la 3ª edición de Value Bilbao

https://youtu.be/bbetIzyvOl8?t=4m51s

[xxv] Conferencia Álvaro Guzmán: «Hoja de ruta para un inversor de largo plazo»

https://youtu.be/jeuOVejNfCg?t=1h16m26s

[xxvi] Long-Term Capital Management

https://es.wikipedia.org/wiki/Long-Term_Capital_Management

[xxvii] Renaissance Technologies

https://en.wikipedia.org/wiki/Renaissance_Technologies

[xxviii] Iván Martín – Value Investing: Invertir en empresas

https://youtu.be/4ggntbps1no?t=14m24s


Diego Costa Garcia

 

Autor: Diego Costa García

Formación: Master en Value Investing de OMMA

Cargo profesional: Middle Officer en azValor Asset Management

1 comentario en “Cancelando el Balance. Todo lo que debes saber sobre finanzas personales. A cargo de Diego Costa García. Parte 6”

  1. Pingback: Cancelando el Balance. Todo lo que debes saber sobre finanzas personales. A cargo de Diego Costa García. Parte 1

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: