AD 106/2021
LA REALIDAD DE LAS PRISIONES ESPAÑOLAS
La sociedad tiene una imagen un tanto distorsionada de las prisiones españolas a causa de lo que muestra la gran pantalla y los medios de comunicación. Este artículo pretende examinar la realidad de nuestras cárceles, destacando algunos datos curiosos a través de estadísticas.
El Consejo de Europa sitúa a España entre los países con más población reclusa en relación a su población, posicionándose solo por detrás de Rusia, Turquía, Reino Unido, Polonia, Francia, Alemania e Italia. En concreto, la ratio de encarcelamiento es un 32% más alta que la población reclusa del resto de Europa. Sin embargo, la comisión delictiva en España es un 27% más baja que la media europea. Esto supone que España es un país donde no hay una excesiva comisión de delitos en relación con el resto de países europeos pero tiene una tasa de condena de prisión mucho más elevada.
Las razones de que España tenga una cifra de encarcelamiento de las mayores de la Unión Europea se debe a la severidad del sistema punitivo endurecido por el Código Penal de 1995.
¿CUÁNTAS PRISIONES Y CUÁNTOS PRESOS HAY EN ESPAÑA?
España cuenta con un total de 92 establecimientos penitenciarios, a excepción de los ubicados en Cataluña puesto que asumió las competencias su Generalitat.
Según informa Instituciones Penitenciarias en su balance anual, el año 2020 se cerró con la cifra más baja de reclusos de la última década con un total de 47.373 internos. Cerca del 27% eran extranjeros, siendo, por tanto, el 73% restante españoles.
En fecha diciembre de 2020, la Comunidad Valenciana contaba con 6.275 presos. De estos, 5.719 eran hombres, mientras que 556 eran mujeres. Es llamativa esta cifra puesto que las hombres abarcan un mayor porcentaje de internamiento a pesar de que las mujeres presas van aumentando con el tiempo, al igual que se aprecia en las estadísticas estatales.
A nivel nacional, un 25% de presos son preventivos y un 75% son ya penados. A pesar de ser los presos que están a la espera de procesamiento un número reducido en comparación con los ya penados, es una cantidad elevada teniendo en cuenta que prima la presunción de inocencia.
Respecto a las edades de los internos, las estadísticas de la población reclusa del pasado año, muestran como las personas entre los 41 y 60 años representan el grupo mayoritario en prisión, mientras que la ratio más baja se encuentra entre la franja de 18 a 20 años.
DELITOS MÁS COMUNES COMETIDOS POR LOS INTERNOS.
La tipología delictiva en prisión es muy diversa.
Sin embargo, los delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico lideran el ranking, seguidos de los delitos contra la salud pública. En concreto, los delitos mayoritarios siguen vinculados a la propiedad (robos y hurtos) en el caso de los hombres, y a la salud pública (tráfico de drogas) en el de las mujeres.
En el caso contrario, se encuentran los delitos contra el honor, en los cuales solo dos personas a finales del año pasado están privadas de libertad por esta causa.
PERFIL DE LOS INTERNOS.
El perfil mayoritario de nuestra población reclusa está representado por personas que se encuentran en un alto riesgo de exclusión social, con escasa formación sin poseer cualificación profesional ni habilidades sociales. Cerca del 10% de internos son analfabetos funcionales, mientras que en la población en libertad es del 2%. Otro grupo relevante no tiene estudios de educación primaria o no los ha completado.
La población penitenciaria, antes de ingresar en prisión, muestra prevalencias de consumo de drogas muy superiores a las de la población general. Cerca del 50% de los internos cumpliendo condena han tenido contacto con ellas, bien porque las han consumido, bien porque han traficado.
Que el centro penitenciario conozca el perfil de los reclusos permite concretar los problemas a los que se enfrenta el sistema penitenciario español y de esta manera poder diseñar las estrategias más adecuadas para afrontar con eficacia la rehabilitación de los internos.
CONCLUSIONES.
La descripción de la realidad en prisión realizada en este artículo puede sintetizarse en que el uso de la prisión por parte del sistema punitivo español es excesivo tanto porque ingresan personas por delitos que podrían ser castigados con penas inferiores, como porque la duración de las condenas resulta mayor que en la mayoría de países de la Unión Europea.
Dicho de otro modo, España tiene una tasa de criminalidad muy baja, pero se impone en numerosas ocasiones la pena de prisión siendo la condena mucho más larga que en el resto de Europa.
Prueba de ello lo demuestran los informes del Consejo de Europa que desmontan los argumentos alegados por parte de la sociedad sobre una supuesta benevolencia del sistema penal.
Andrea Ruiz García.

Comenzó su formación práctica en el despacho Carolina Torremocha Barreda – Abogados de familia en febrero de 2020 hasta la actualidad.
Colabora en diferentes blogs jurídicos para la redacción y publicación de artículos propios.
Es amante del Derecho y de la profesión. Con ánimo de aprender día a día para ejercer con la máxima profesionalidad. Su objetivo es ofrecer un servicio de calidad, comprometida con la ética profesional y responsabilidad social.