Se dice que la inteligencia es el factor que determina la velocidad de un individuo para adaptarse al medio. Somos inteligentes. Los tiempos han cambiado, como el modelo de negocio. Nos hemos adaptado. Y esa adaptación tiene un nombre: Startup.
En esta publicación daremos un par de pinceladas sobre su naturaleza y, muy especialmente, daremos un par de consejos legales a tener en cuenta a la hora de la constitución de esta clase de empresas emergentes.
La Startup aparece como paradigma de empresa tecnológica. La inmensa mayoría de Startups tienen la innovación digital como base de su éxito.
El reducido tamaño inicial de estas corporaciones emergentes les otorga una velocidad de maniobra muy superior a las grandes empresas. De esta manera, una Startup puede adaptarse de forma más fácil y eficiente al mercado tecnológico actual, donde 6 meses es mucho tiempo y 1 año significa obsolescencia.
Esta ventaja la supieron utilizar empresas como Facebook, Whatsapp, Instagram, Lime o AirBNB que hoy en día son algunas de las corporaciones con más capitalización de la economía global y que empezaron siendo nada. Una idea en un campus universitario, una conversación en un bar o una siesta entre libros de texto. Nada. Ahora son todo.
Es por ello que es esencial saber cómo direccionar esta clase de empresas: aunque al principio no sean, como hemos dicho, nada.
La ley nos puede servir de escudo y espada, de yelmo y armadura para entrar en el mercado y sobrevivir a él. Desde la constitución formal de la empresa al registro de sus productos, pasando por los contratos laborales a la contabilidad, todo es esencial para la buena marcha de la aventura.
Tan importantes son en el marco económico actual que, este mayo, el Congreso Nacional de la Abogacía Española contiene gran cantidad de ponencias referidas a este tema y el Estado esta preparando un sandbox regulatorio para este tipo de modelos emergentes.
La ley dispone de un amplio abanico de formas sociales que permitirán a los emprendedores ejercer sus actividades económicas dentro del marco legal. Para la elección de la forma adecuada, los constituyentes deberán tener muy clara qué posición querrán ocupar en el organigrama de la empresa de reciente formación y si están abiertos o no a futuras rondas de inversión. La forma debe adecuarse a la naturaleza de la empresa, no al revés.
Por otra parte, la llevanza de una contabilidad fiable y actualizada, además de una obligación, es una herramienta muy útil de control para la Startup. Una empresa fiscalmente sana puede reaccionar con mucha más precisión a los problemas que puedan in surgiendo a lo largo de su vida y, por encima de todo, tendrá una visión mucho más clara de cuál es su situación, tanto interna como externa.
A mayor abundamiento, el Estado da pasos en la informatización de todos los procesos relacionados con la contabilidad, por lo que se abre un nuevo abanico de facilidades a la hora de rendir cuentas con el fisco.
Además de la forma social, los pactos o contratos internos son también imprescindibles para el buen funcionamiento de la Startup. Las relaciones entre socios pueden perfilarse por medio de estas herramientas, así como se pueden proteger muchos datos propios por medio de la firma de declaraciones de confidencialidad.
Haciendo una comparación mecánica, los contratos internos vendrían a ser las soldaduras que unen todas las piezas de un motor. En todo caso y para el futuro inmediato, debemos conocer la clase de contratos que se avecinan, tales como los Smart Contracts, que podremos usar a nuestro favor como una herramienta más.
Siguiendo con los contratos, no debemos descuidar nunca los laborales, pues, objetivamente, ninguna empresa llega a buen puerto sin sus trabajadores esenciales contentos. De esta forma, debemos saber articular las necesidades de nuestra corporación a las del trabajador y, lo más difícil, saber plasmarlas en una modalidad concreta de contratación que ofrezca beneficios para ambas partes.
Por otro lado y sin excusa, una empresa debe estar al corriente de sus obligaciones con la seguridad social. Es recomendable, en todo caso, el asesoramiento por parte de abogados laboralistas especializados.
Siendo una empresa emergente, es muy importante que conozcamos las obligaciones y repercusiones jurídicas que nuestras herramientas de trabajo conllevan. Así pues, toda página web o aplicación deberá cumplir con sus obligaciones legales, dado que sin duda será nuestra más valiosa plataforma de trabajo.
Si basamos nuestra empresa en una idea, debemos saber que los bienes intangibles son mucho más difíciles de proteger, todo el mundo puede aprender y copiar. Así pues, deberemos registrar todas aquellas ideas, logos y marcas que produzca nuestra Startup, dado que las explotamos comercialmente y logramos así que nuestra empresa obtenga beneficios. Recordemos que la propiedad o exclusividad de uso de una marca o un software no se determina por quién la creó, sino por quién la registró a su nombre.
Por último, si todo va bien y esta es la voluntad de los integrantes, se deberá asesorar sobre cómo expandir la empresa. Para tales propósitos se cuenta con multitud de mecanismos y métodos que, dependiendo de las necesidades, nos ayudarán en gran medida a hacernos crecer.
En tal sentido, es esencial tener conocimiento acerca de las condiciones de financiación, los plazos y porcentajes de devolución y los términos generales de la misma, pues pueden ser una herramienta tan útil como peligrosa.
Aquí concluye nuestra lista de consejos para la creación de una Startup, aunque la lista bien podría alargarse 100 páginas más, si entráramos en detalles. Desde el equipo de A definitivas esperamos que os haya resultado útil y que haya logrado su fin, dar una idea general de los aspectos jurídicos a tener en cuenta a la hora de despegar.
Si quieres estar al tanto de todo lo relativo a las empresas emergentes que se tratará en el Congreso Nacional de la Abogacía Española, a continuación te dejamos un PDF con el programa. No te olvides de que el mismo tendrá lugar del 8 al 11 de mayo en Valladolid.
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Atte. El equipo de A definitivas
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